Oligosacáridos de la leche materna y conducta alimentaria
UN NUEVO ARTÍCULO DE LA CÁTEDRA NUTRINFANT
La cátedra en salud y nutrición infantil “Nutrinfant” ofrece en su sección de noticias los últimos avances en nutrición infantil para facilitar a los pediatras la lectura de las ideas más notables en este campo. Desde Nutrinfant queremos ayudarles a estar al día resumiendo los artículos científicos más destacados sobre salud y nutrición infantil.
En esta ocasión, ofrecemos el comentario del siguiente artículo:
JF Plous, PK Berger, RB Jones, C Yonemitsu, JH Ryoo, TL Alderete, L Bide, MI Goran. Association between human milk oligosaccharides (OLMs) and eating behavior in Hispanic infants at 1 and 6 months of age. Pediatric Obesity 2020; e12686.
Asociación entre los oligosacáridos de la leche materna y la conducta alimentaria de bebés de 1 y 6 meses.
Los oligosacáridos de la leche materna (OLM) son glicanos que pueden actuar como prebióticos en el intestino del bebé. Se ha observado que los OLM mitigan el apetito tanto en adultos como en niños. Basándose en esta idea, Plows y col., del Instituto de Investigación Saban, del Hospital Infantil en Los Ángeles, California, plantean la hipótesis en el sentido de que los OLM podrían afectar la conducta alimentaria de los bebés y, por ende, prevenir o favorecer el desarrollo de la obesidad infantil, según el tipo de OLM de que se trate.
Se trata de un estudio prospectivo de pares madre-bebé de origen hispano que incluyó 157 bebés de 1 mes de edad y 69 bebes de 6 meses de edad. Se tomaron muestras de leche materna para analizar su contenido en 19 OLM por cromatografía líquida de alta presión. Al mismo tiempo se estudió la conducta alimentaria del bebé mediante un cuestionario denominado BEBQ (Baby Eating Behaviour Questionnaire). Los autores practicaron múltiples análisis de regresión lineal a fin de establecer posibles asociaciones entre las puntuaciones del cuestionario BEBQ y las concentraciones de cada oligosacárido en la leche materna. Las asociaciones se ajustaron en función del índice de masa corporal (IMC) que tenían las madres antes del embarazo, el sexo de los bebés, su peso al nacer, el tipo de parto y el número de veces al día que las madres daban el pecho a sus bebés. También hicieron una estratificación de las madres que eran secretoras de OLM (que son el 70% y expresan el gen que codifica la enzima α1,2-fucosyltransferasa) y no secretoras (el 30% restante).
La leche de las madres secretoras es abundante en los OLM 2’ fucosilactosa (2’FL), lacto-N-fucopentaosa I (LNFPI) y otros OLM fucosilados. La leche de las madres no secretoras contiene muy bajas concentraciones de OLM α1-2-fucosilados; por el contrario, posee mayores concentraciones de OLM fucosilados α1-3 y α1-4 tipo LNFPII (lacto-N-fucopentaosa II) y LNFPIII (lacto-N-fucopentaosa III). Cabe resaltar que existe una gran variabilidad en la composición de OLM entre las distintas madres. Por ello, resulta plausible que algunos OLM confieran más beneficios para el intestino del bebé, que otros; además, cabe la posibilidad de que estas diferencias produzcan a su vez distintas respuestas en las conductas alimentarias de los bebés.
Los mismos autores del estudio aquí comentado habían realizado otro estudio anterior que relacionó las concentraciones más altas de LNFPII con un menor peso de los bebés de 1-6 meses de edad, también hijos de madres hispanas; este análisis no distinguió entre madres secretoras y no secretoras (Berger y col., 2019). El presente estudio deriva de este anterior.
Los autores encontraron varias asociaciones entre el tipo de OLM y la conducta alimentaria del bebé (tabla 1.). Concretamente, el LNnT, DFLNT y DSLNT se asociaron negativamente con la ingesta, a la edad de 1 mes. Por otra parte, el LSTs, LNH, FLNH y DSLNH se asociaron positivamente con la conducta alimentaria, a los 6 meses de edad.
Tabla 1. Asociación entre distintos OLM y la conducta alimentaria de los bebés y el riesgo de obesidad infantil.
*LNnT: 1acto-N-neotetraosa; DFLNT: difucosil-LNT; DSLNT: disialil-LNT; LSTc: sialil-LNTc; FLNH: fucosil-lacto-N-hexaosa; LNH: lactosa-n-hexasoa; DSLNH: disialil-lacto-N-hexaosa; PC1: concentraciones altas de 6’5 L (6’-sialilactosa), LSTc, LNH y DSLNH.
CONCLUSIÓN:
La conducta alimentaria es un predictor positivo de la rápida ganancia de peso del bebé, según se ha demostrado en varios estudios. Por tanto, el presente estudio y otros estudios previos podrían ser relevantes para la prevalencia de la obesidad en edades tempranas. Estos estudios son valiosos para establecer recomendaciones para la lactancia natural, así como para la suplementación con determinados OLM, de las formulaciones de leches infantiles, con el fin de prevenir la obesidad infantil y su proyección a la obesidad del adulto, con sus complicaciones cardiometabólicas.
Otras referencias: Berger y col. Human milk oligosaccharodes and infant weight in the first 6 months of life (P11-053-19). Curr Dev Nutrint. 2019; 3 (supplement_1): 1017.
Antonio García García
Cátedra UAM-Alter “Nutrinfant”
Instituto Fundación Teófilo Hernando