Íleo paralítico y antiepilépticos
UN NUEVO CASO DE LA COLUMNA DE FARMACOTERAPIA
Un paciente varón de 31 años de edad ingresa en el hospital con un cuadro de náuseas, vómitos y distensión abdominal, compatible con íleo paralítico. El paciente está polimedicado por sufrir cuadros epilépticos de difícil control desde hace 10 años. Su régimen farmacoterápico es el siguiente: difenilhidantoína (o fenotoína; 400 mg/d), fenobarbital (150 mg/d) y fenilacetilurea (2 g/d) en un solo preparado; además toma 1 g/d de primidona en otro preparado.
El doctor Saiz de Santander pregunta si las elevadas dosis de dichos medicamentos pudieran tener relación con el íleo paralítico. (Consulta terapéutica tomada de la revista Farmacoterapia, 1984; 1: 439, comentado por el Prof. J. F. Horga).
Preguntas de estudio:
1. La toxicidad gastrointestinal de estos fármacos podría explicar el íleo paralítico del paciente. (F)
En 1984 no se había descrito; por ello se descartan como la causa del íleo paralítico.
2. Parece claro que la combinación de fármacos con distintos mecanismos de acción es la pauta a seguir para controlar las crisis epilépticas. (V)
Es cierto. Aun así, y a pesar de que actualmente se dispone de muchos otros fármacos (valproato, lamotrigina, carbamazepina, gabapentina, lacosaminda, levetiracetam, tiagabina, oxcarbazepina, topiramato, zonisamida, rufinamida), la combinación de fármacos no controla el 30% de los casos, que requieren cirugía.
3. Existe una buena correlación entre los niveles plasmáticos de fenitoína total y sus efectos terapéuticos y tóxicos. (V)
En efecto; el control de las convulsiones se logra con concentraciones de 10 µg/mL; sus efectos tóxicos (nistagmo) se manifiestan a concentraciones de 20 µg/mL.
4. En el caso del fenobarbital, las concentraciones plasmáticas que yugulan el cuadro convulsivante están en un rango de entre 10 y 35 µg/mL. (V)
Es cierto; aunque la relación entre estas concentraciones y los efectos del fenobarbital es más laxa que en el caso de fenitoína.
5. En el paciente del caso clínico habría sido conveniente ajustar las dosis de los fármacos monitorizando los niveles plasmáticos de los mismos. (V)
En efecto; ello es particularmente relevante si se consideran las interacciones de esos fármacos a nivel de los citocromos P450.
Prof. Antonio García García
Catedrático emérito UAM
Presidente de la FTH
Con el fin de ser fieles a nuestros objetivos fundacionales de procurar un acceso masivo y gratuito a la ciencia, se permite la difusión de estos contenidos, respetando los elementos básicos de no modificación del artículo y reconocimiento de autor e institución.
Lea más casos de la Columna de Farmacoterapia aquí.