25 Años de la Fundación Teófilo Hernando
CONOCE NUESTROS LOGROS Y PROPÓSITOS Y CÓMO TRANSCURRIÓ LA CELEBRACIÓN
Cuando en 1996 dimos vida a la Fundación Teófilo Hernando (FTH) queríamos, mis colaboradores y yo, disponer de cierta autonomía y flexibilidad para financiar, gestionar y crear ciencia y docencia de calidad en torno a la I+D+i del medicamento.
Juntáronse por entonces una serie de circunstancias que propiciaron el bautizo de la nueva institución con el nombre de don Teófilo Hernando Ortega, el adelantado de la farmacología española. Una de ellas fue mi relación personal con don Teófilo en el periodo entre 1966 y 1970; hacía yo los cursos clínicos de medicina en la madrileña Universidad Central (hoy Complutense). En tercer curso, el profesor Hernando impartió una clase magistral sobre digitálicos, campo en el que había trabajado durante su estancia en el laboratorio de Oswald schmiedeberg en el Estrasburgo alemán de finales de siglo XIX y principios del XX; Schmiedeberg está considerado como el padre de la farmacología mundial, entonces y ahora. Tras escuchar su clase sentí curiosidad por conocer personalmente a aquel venerable octogenario profesor, cosa que logré presentándome en su casa del barrio de Salamanca con una carta que le dirigía mi tío Francisco Flores Guillamón, que le conocía porque en ocasiones le había llamado a consultas, desde la clínica murciana en la que trabajaba.
Don Teófilo falleció en 1976 y, pocos años después, en connivencia con los hijos de don Teófilo Hernando, el profesor Luis Hernando y doña María Hernando, y la iniciativa del Departamento de Farmacología y Terapéutica de la Facultad de Medicina, Universidad Autónoma de Madrid (UAM), creado y dirigido por el profesor Pedro Sánchez García, nacería la Lección Conmemorativa Teófilo Hernando, que se impartiría periódicamente por renombrados científicos, básicos y clínicos, en el marco de un emblemático acto académico.
Una tercera circunstancia sería el crecimiento del Grupo de Neurotransmisión y neuroprotección de la UAM, que generaba crecientes recursos y numerosas colaboraciones nacionales e internacionales. Nacería así la FTH, con el apoyo de Luis Hernando y María Hernando y un Consejo de Patronato que primero presidió el profesor Pedro Laín Entralgo; posteriormente lo presidió don Pedro Sánchez García y actualmente lo presido yo.
¿Qué hemos hecho en este cuarto de siglo? ¿Ha sido útil la FTH? ¿Para qué y para quién? ¿Cómo ha evolucionado? ¿Cuáles son sus perspectivas de futuro? Intentamos dar respuesta a estas cuestiones en un emotivo acto académico que celebramos el pasado 2 de diciembre de 2021 en el Aula Magna “José María Segovia de Arana” de la Facultad de Medicina de la UAM, con un atractivo programa que combinó palabras y música.
Palabras y música se dieron la mano en un emotivo acto académico que discurrió en un ambiente festivo, como corresponde a la celebración de unas “bodas de plata”, las de la Fundación Teófilo Hernando.
Abrió el acto la “Pequeña Serenata Nocturna” de Wolfgang Amadeus Mozart, interpretada por el Trío Merak de flauta, clarinete y violonchelo: un regalo para el oído y el alma. Las palabras contaron primero la vida profesional y personal de don Teófilo. Fue un excelente médico que, junto con don Gregorio Marañón, publicaría el primer tratado de medicina en español. Creó una escuela de farmacólogos que esparcirían esta materia por todas las universidades españolas, docentes y científicamente. Fue un visionario de la farmacología clínica, cuya docencia debía impartirse en los cursos clínicos de medicina, cuando el alumno ya estaba familiarizado con la patología. Y creó la inquietud por la prescripción precisa y segura, una vez diagnosticada la enfermedad. Teófilo Hernando fue amigo de un grupo de intelectuales liberales de la II República, que luchaban con sus ideas por el progreso y modernización de España, siguiendo el sentimiento patriótico de don Santiago Ramón y Cajal, de quien don Teófilo fuera primero su discípulo y luego su médico personal. Don Teófilo autodefiniría así su pensamiento:
La tolerancia, según el diccionario, consiste en el respeto y consideración hacia las opiniones ajenas, aunque sea con dolor, ya que tolerar significa también “sufrir” y “llevar con paciencia”… No es fácil la situación íntima de un hombre liberal, tolerante.
En presencia de grupos de ideas encontradas ve en todas la parte de verdad y error que defienden. No se decide ni por el uno ni por el otro y, al adoptar una actitud intermedia, generalmente corre el riesgo de perder por los dos lados. Sin embargo, lo justo suele ser tomar esta actitud intermedia que significa ponderación, equilibrio, de lo que solo es capaz el hombre liberal y generoso.
La música del Trío Merak con su “Palladio” de K. Jenkins y “La vida es bella” de N. Piovani, abrió el camino de la evolución de la FTH, que trazó su director, don Arturo García de Diego. Si “las obras son amores y no buenas razones”, Arturo puso en un folleto que se distribuyó a los asistentes y en la pantalla, las actividades de la Fundación durante sus primeros 25 años de vida. Destacó dos aspectos con gran proyección social:
(1ª) la concesión de 171 becas predoctorales y contratos laborales a otros tantos colaboradores cuyos nombres fueron apareciendo en la gran pantalla del Aula Magna; y
(2ª) la formación e inserción laboral de 1.000 jóvenes graduados y doctores con los másteres y cursos especializados, en colaboración estrecha con la UAM.
Los recursos para financiar estas actividades proceden de los numerosos ensayos clínicos de fases I a IV, realizados en colaboración con la industria farmacéutica. Esta actividad como CRO (Contract Research Organization) se complementa con otras actividades de proyección social como la coordinación, gestión y ayuda financiera para reuniones científicas básicas (Grupo Español de Neurotransmisión y Neuroprotección, GENN, 42 reuniones anuales por toda la geografía nacional; Farmadrid, 27 reuniones anuales de los farmacólogos de la Comunidad de Madrid) y clínicas (Jornada Nacional de Ensayos Clínicos, 4 reuniones anuales); para la edición de libros (cuatro volúmenes del libro “Recetario Poético de los Estudiantes de Medicina de la UAM”, “50 Años de la Facultad de Medicina de la UAM”) y revistas (“Actualidad en Farmacología y Terapéutica”, 19 volúmenes anuales, en colaboración con la Sociedad Española de Farmacología). Y convocatorias de los “Premios Teófilo Hernando” para los mejores trabajos de farmacología realizados por los estudiantes de tercer curso de medicina de la UAM, o el “Concurso de Poesía” convocado por el Grupo de Poesía de los Estudiantes de Medicina de la UAM. También la FTH ha mostrado inquietud por las actividades de difusión de los avances médicos, prestando apoyo a la creación y las actividades de la Fundación de Estudios Médicos de Molina de Segura, la jornada anual de puertas abiertas del Centro de Salud Antonio García García de esta ciudad o la impartición por jóvenes doctores de seminarios de introducción a la ciencia en los seis centros de enseñanza secundaria de Molina. Este apoyo se extendió a los jóvenes investigadores con autonomía para desarrollar en España ciencia y calidad, a través de la creación del Foro “Teófilo Hernando” de Jóvenes Investigadores, en colaboración con la Real Academia Nacional de Medicina de España.
La idea de crear el centro mixto FTH-ITH y el CIMED, Centro Integral del Medicamento de la UAM, presidió todo el acto.
Con la irrupción de la música del magnífico piano de cola del Aula Magna, acariciado por las expertas manos de Rubén Sánchez-Viero, con el fragmento “El Puerto” de la Suite Iberia de Isaac Albéniz, entraron en liza las palabras de la profesora Manuela García López, directora del Instituto Teófilo Hernando de I+D del Medicamento (ITH), un centro propio de la UAM que comparte espacios e infraestructuras con el Departamento de Farmacología y Terapéutica. La FTH y el IFTH trabajan muy unidos, colaborando en las actividades científicas y docentes; tan unidos están, que en el Consejo de Patronato de la FTH hay varios profesores del ITH y el departamento. Todos queremos que en la UAM se cree un centro mixto FTH-ITH, germen de la añorada idea de dar vida al Centro Integral del Medicamento de la UAM y la Comunidad de Madrid (CIMED). Ese centro ya está funcionando, aunque de forma dispersa; algún día veremos la inclusión de sus actividades preclínicas y clínicas, en la práctica de todas las etapas de la I+D del medicamento, preclínicas y clínicas, con repercusión nacional o internacional, en un edificio propio sito en el Campus de la UAM.
El doctor Marcos Maroto resaltó la rica colaboración de la FTH con la industria farmacéutica, relatando algunos ensayos clínicos de distintas fases, con compañías nacionales y extranjeras. Por su parte, el profesor Jorge Fuentealba (Universidad de Concepción, Chile) se hizo eco de las colaboraciones entre la FTH, el ITH y el departamento de farmacología con distintos grupos de investigadores de Latinoamérica, una vocación clara de la Fundación. Finalmente, el doctor Josep Vergés, fundador y director de OAFI, una Fundación para el cuidado del paciente de artrosis ubicada en Barcelona, con la que colabora la FTH, resaltó que em todas las actividades docentes y científicas de ambas fundaciones, el protagonista central es el paciente. El apoyo a la FTH, grabado en un video, expresando por personalidades de dentro y fuera de España, constituyó otro elemento relevante del acto. La música y la palabra se combinaron al final del acto académico, con la soberbia interpretación por el barítono Manuel Más, de un fragmento de la ópera “El barbero de Sevilla” de Rossini, acompañado al piano por Rubén Sánchez-Vieco.
Además de los numerosos amigos que nos acompañaron, presencialmente o telemáticamente, sentimos la cálida presencia de dos personalidades del equipo de gobierno de la Comunidad de Madrid. En la inauguración del acto, don Fidel Rodríguez-Batalla, viceconsejero de Universidades, Ciencia e Innovación, expresó su apoyo a la idea IFTH y del proyecto CIMED. En el cierre del acto, doña Teresa Chavarría Giménez, directora de Investigación, Docencia y Documentación de la Conserjería de Sanidad, resaltó la relevancia de la farmacología clínica en la docencia y los ensayos clínicos, ideas que ya expresó don Teófilo Hernando en la primera mitad del siglo XX. En el ágape, pudimos continuar charlando y abrigando esperanzas para el ulterior desarrollo y consolidación de las ideas IFTH y CIMED. Sea así.
Los miembros de la FTH colaboraron con entusiasmo en la preparación y celebración de este emotivo acto.
Un acto académico que duró dos horas necesitó, sin embargo, una preparación meticulosa durante meses; cabe destacar la participación en la misma de varios miembros de la FTH, pero particularmente de Christopher Oscar de Andrés, María Fagoaga, María José Cieza, Estrella García de Diego y Adriana Zapardiel, coordinados todos por Arturo García de Diego. Todos les estamos agradecidos por su entusiasmo y competencia profesional.
Prof. Antonio García García
Catedrático emérito UAM
Presidente de la FTH