Un caso de angina de pecho
UN NUEVO CASO DE LA COLUMNA DE FARMACOTERAPIA
Se trata de un albañil de 57 años. Es un gran fumador y acude a consulta porque siente una sensación de presión en el área retroesternal. El problema se inició hacía 1 mes y las crisis se repetían 2-3 veces por semana cuando estaba trabajando; en reposo desaparecían y duraban unos 15 minutos. Su presión arterial era 150/100 mmHg y los exámenes físico y electrocardiográfico fueron normales.
Tras descartar otras causas, el médico le diagnostica, provisionalmente, de angina de pecho y le prescribe 0,3 mg de nitroglicerina por vía sublingual cuando tenga las crisis. El paciente tiene hipertensión y angina pero no padece diabetes, asma o insuficiencia cardiaca. Por ello, le prescribe también un beta-bloqueante cardioselectivo, el atenolol, con la idea de bajar la presión arterial y prevenir los episodios de angina.
*Adaptado del texto de G.M. Brenner, Pharmacology, 2000.
Preguntas de estudio:
1. La nitroglicerina sublingual pasa por el hígado y se degrada rápidamente. (F)
Es falso ya que, justamente, la administración sublingual se hace para evitar el primer paso hepático del fármaco.
2. La nitroglicerina se administra con el fin de producir vasodilatación coronaria y aumentar el aporte de oxígeno al corazón isquémico. (V)
Es así; es el clásico abordaje del tratamiento de la angina de pecho antes de que se introdujeran los beta-bloqueantes. Sin embargo, hoy se acepta que la dilatación de las venas sistémicas, con la consiguiente reducción del retorno venoso hacia el corazón, disminuyendo la precarga y la demanda de oxígeno, es su principal mecanismo de acción.
3. El atenolol es un beta-bloqueante que el médico prescribió para aumentar la aportación de oxígeno al corazón. (F)
No es correcto; lo que hace un beta-bloqueante es disminuir la demanda de oxígeno al disminuir la frecuencia y el estrés catecolaminérgico sobre el corazón.
4. El atenolol es un beta-bloqueante cardioselectivo que al disminuir la frecuencia cardiaca, mitiga la demanda de oxígeno del corazón. (V)
Es cierta; este fue el gran problema que quiso resolver James Black cuando descubrió el propranolol, es decir, disminuir la demanda de oxígeno en el corazón isquémico de la angina de pecho y del infarto de miocardio.
5. Al ser cardioselectivo, el atenolol no está contraindicado en pacientes con asma. (F)
No es así; el concepto de selectividad de los fármacos para un determinado receptor es relativo. A dosis más elevadas pierden su selectividad; en el caso del atenolol, podría desencadenar una crisis de asma por bloquear los receptores adrenérgicos beta-2 bronquiales, además de los beta-1 cardiacos. El paciente de este caso clínico no padece asma y, por tanto, el atenolol está perfectamente indicado.
Prof. Antonio García García
Catedrático emérito UAM
Presidente de la FTH
Con el fin de ser fieles a nuestros objetivos fundacionales de procurar un acceso masivo y gratuito a la ciencia, se permite la difusión de estos contenidos, respetando los elementos básicos de no modificación del artículo y reconocimiento de autor e institución.
Lea más casos de la Columna de Farmacoterapia aquí.