Duplicidad prescriptora: fentanilo y tramadol
NUEVO ARTÍCULO EN LA SECCIÓN DE FARMACOTERAPIA
El otro día participé en una curiosa discusión. Éramos dos farmacéuticos de oficina de farmacia, un farmacéutico de hospital, una médico de atención primaria, yo mismo. El debate comenzó con una crítica de las farmacéuticas a la descuidada actividad prescriptora del médico de atención primaria. Surgió el socorrido tema del paciente añoso polimedicado y las interacciones farmacológicas y reacciones adversas de los 10-12 y hasta 15 fármacos que toman muchos de esos pacientes.
La discusión subió de tono cuando una de las farmacéuticas contó una reciente historia: un cliente acudió a la farmacia con una receta de tramadol. Al comprobar en el ordenador el historial farmacoterápico del paciente, le dijo que ya estaba administrándose un potente analgésico vía transdérmica, en forma de parches de fentanilo, y que el tramadol no debía tomarlo porque pertenecía al mismo grupo de medicamentos opioides que el fentanilo. El paciente insistía en defender que su médico era el más adecuado para conocer la medicación prescrita y por ello, exigía que se le dispensara el tramadol.
Yo ni quito ni pongo rey. Pero sí que sé que escrito está en textos de farmacología y en vademécums que el fentanilo, un opioide de gran potencia (100 veces más que la morfina) se utiliza en forma de parches transdérmicos en el tratamiento del dolor oncológico crónico, así como en el dolor resistente a otros fármacos que requieren analgesia con opioides. Su buena absorción transdérmica se debe a su alta lipofilicidad. Por su parte, el tramadol es también un agonista opioide, pero con una potencia 5.000 veces inferior a la del fentanilo; y también sé que se toma vía oral, solo o asociado a paracetamol, en dolores de cierta gravedad. ¿Tiene sentido administrar dos opioides juntos? En la tertulia todos estuvimos de acuerdo que no. También lo están los textos, las fichas técnicas, las agencias reguladoras de medicamentos, las unidades hospitalarias de dolor y hasta los médicos de familia. También están de acuerdo en no duplicar la prescripción de dos beta-bloqueantes o de dos antibióticos con el mismo mecanismo de acción.
La farmacéutica intentaba explicar al paciente cliente estos argumentos, pero este seguía erre que erre: su médico era el que tenía razón. Dado el riesgo aditivo de reacciones adversas centrales, la farmacéutica llamó al médico prescriptor quien, tras una conversación tensa, se avino a cambiar la prescripción de tramadol por ibuprofeno, como terapia analgésica de rescate.
La médico de atención primaria, que ejercía en Sevilla, comentó que tenía asignado un tiempo de 3 minutos por paciente. Ese tiempo me da para buscar en el ordenador, si acaso, la historia clínica del paciente, añadió. Por ello no se sorprendía de que se produjeran estos graves errores de prescripción.
Preguntas de estudio:
1. El fentanilo (seleccione la opción incorrecta):
a. Pertenece al grupo de los analgésicos opioides.
b. Posee una elevada lipofilicidad.
c. Es 100 veces menos potente que la morfina.
d. Se absorbe bien por vía transdérmica.
e. Puede administrarse en forma de parches transdérmicos.
Respuesta incorrecta: c. En realidad, el fentanilo es 100 veces más potente que la morfina; en la pregunta se dice al revés. El resto de las opciones son correctas, como se menciona en el texto.
2. El tramadol (seleccione la opción correcta):
a. Pertenece al grupo de los antiinflamatorios no esteroides (AINE).
b. Posee efectos antiinflamatorios.
c. Pertenece al grupo de los opioides.
d. Es más potente que el fentanilo.
e. No puede asociarse a paracetamol.
Respuesta correcta: c. Pues en efecto, el tramadol es un opioide.
Antonio G. García
Catedrático Emérito de Farmacología
Facultad de Medicina
Universidad Autónoma de Madrid
Presidente de la Fundación Teófilo Hernando